El proyecto de ley radicado por el senador Miguel Ángel Barreto (Partido Conservador), que busca flexibilizar la importación y comercialización de gas natural en Colombia, enfrenta fuertes críticas desde la región Caribe por el impacto que tendría en las tarifas de los usuarios.
La iniciativa propone habilitar contratos de importación de largo plazo, migrar a un esquema de estampilla nacional en el transporte de gas y aplicar canastas tarifarias a lo largo de la cadena. Según Barreto, el objetivo es dar estabilidad frente al déficit y proteger a los hogares de los incrementos.
No obstante, dirigentes del Caribe advierten que la medida perjudicaría a los usuarios de esta región, donde se concentra gran parte de la producción e importación del energético. El gerente de Gases del Caribe, Ramón Dávila, aseguró que la estampilla nacional significaría un aumento injusto en las facturas: “Los usuarios de la Costa podrían ver un incremento de entre el 20 % y el 30 %”.
El senador José David Name y otros congresistas costeños adelantaron que no respaldarán la propuesta por considerar que impone sobrecostos a una zona que ya paga tarifas más altas de energía eléctrica. “Es un proyecto muy perjudicial para la región”, afirmó Name.
El excongresista César Lorduy también cuestionó la iniciativa al señalar que “encarecer el transporte de gas en vez de apostar por la autosuficiencia es absurdo e injusto”.
Pese a las críticas, Barreto defendió la propuesta argumentando que el gas natural es clave para garantizar la confiabilidad del sistema energético y que su plan busca asegurar un servicio público de calidad.
El proyecto aún no ha iniciado su debate en el Congreso.