Después de 36 años de presencia ininterrumpida en el Senado, la Casa Char enfrenta una coyuntura histórica. Por primera vez desde 1990, ninguno de sus miembros directos aspirará a la Cámara Alta en las elecciones legislativas del 8 de marzo de 2026.
Con la salida obligada del exsenador Arturo Char tras su situación judicial, el poderoso grupo político barranquillero ha optado por una figura que, sin ostentar el apellido, ha sido parte esencial de su círculo de confianza: el actual diputado Gonzalo Dimas Baute González.
Baute, amigo entrañable del alcalde Alejandro Char desde la juventud universitaria, ha sido un escudero leal y discreto de la estructura charista durante más de cuatro décadas. Ha ocupado cargos en la administración distrital y es considerado como un personaje de altísima cercanía con Fuad, Alex y Arturo.
Esa relación, más personal que política o coyuntural, es lo que lo convierte hoy en el candidato natural para intentar sostener la credencial charista en el Senado.
Según fuentes del movimiento, Baute ya habría recibido la bendición explícita de las tres principales cabezas del clan y está preparando su plataforma electoral. Su nombre no es nuevo en los pasillos del poder local, pero esta será su primera gran prueba en la arena nacional.
Se presenta como una figura de confianza interna, capaz de unir al grupo en medio de las turbulencias políticas que rodean la actual situación política del país.
Aunque no se descarta que otros nombres del entorno charista entren a competir por un escaño en el Senado, Gonzalo Baute es hasta ahora el único con respaldo pleno del “corazón” del alcalde Alejandro Char.
Su campaña arrancará en breve, con la misión de custodiar una herencia política que ha marcado el Congreso por más de tres décadas y el trabajo propio que ha venido construyendo durante estos años Baute en Barranquilla y los municipios del Atlántico, sumado a las alianzas que tejerá a nivel nacional para buscar una robusta votación que le permita consolidar su proyecto electoral.