El presidente Gustavo Petro lanzó una acusación directa contra el representante republicano Mario Díaz-Balart, a quien señaló de estar detrás de reuniones en el Congreso de los Estados Unidos supuestamente destinadas a desestabilizar su gobierno. En declaraciones que han generado controversia, Petro afirmó: “Es la extrema derecha estadounidense, la misma que mató a Kennedy en Estados Unidos, él es el jefe y lo que buscan es usar el Congreso para tumbar al presidente”.
El jefe de Estado volvió a apelar al lenguaje de confrontación ideológica, asociando al legislador norteamericano con una estructura de poder que, según él, lleva décadas manipulando la política hemisférica. La comparación con el asesinato de John F. Kennedy y la mención de supuestos “nazis en EE.UU.” dejan en evidencia el tono extremo que ha adoptado Petro en medio de sus crecientes tensiones con sectores del poder internacional.
Pero la frase más preocupante vino después: “Si eso llega a pasar debe estallar la revolución colombiana”. Una afirmación que, más allá del contexto retórico, puede ser interpretada como una incitación a la movilización o incluso a la violencia en caso de que se concrete algún tipo de acción en su contra desde el exterior.
Mario Díaz-Balart, conocido por su firme rechazo a regímenes autoritarios en América Latina, no ha respondido públicamente a las declaraciones del mandatario colombiano, aunque ya se anticipa que el tema podría escalar a niveles diplomáticos.