El Hospital Juan Domínguez Romero de Soledad, sede de la ESE Universitaria del Atlántico (UNA), cerró desde el pasado viernes su servicio de Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) por falta de personal y la crítica situación financiera que enfrenta la entidad.
La decisión se tomó tras la renuncia de médicos y personal de enfermería, la mayoría contratados por Órdenes de Prestación de Servicios (OPS), quienes se han retirado por falta de pago de sus salarios, que llevan meses en mora. Además, el hospital enfrenta baja facturación debido a la poca concurrencia de pacientes, lo que mantiene el centro asistencial desocupado durante varias horas al día.
Henry González, directivo sindical y trabajador de la entidad desde 2001, manifestó su preocupación: “Hemos tenido la renuncia de personal que llevaba muchos años con nosotros, sobre todo enfermeras jefes que, por la situación económica y sus familias, se han visto obligadas a irse. Esto es una alerta para que las autoridades actúen”.
Mientras tanto, en las sedes de Alta Complejidad y Mental de Barranquilla, trabajadores y exempleados realizaron este miércoles un plantón exigiendo el pago de salarios atrasados de cuatro a cinco meses.
Hoy está prevista una reunión en la Gobernación del Atlántico entre el gobernador Eduardo Verano, su gabinete y Rosmery Wehdeking, gerente de la ESE UNA, para analizar la situación financiera y operativa de la entidad, que cada día se agrava más.