Funcionarios de la empresa Air-e volvieron a ser virales, esta vez porque con megáfono en mano le cobraron a usuarios morosos en Villa Campestre y Alameda del Río.
Cinco contratistas llegaron en la tarde de este martes al conjunto residencial Tucán y en la entrada empezaron a divulgar los números de los apartamentos y las torres, con usuarios morosos. Una cargaba el megáfono y otra la grababa.
Sin embargo, no revelaron los nombres como lo hicieron en el conjunto residencial Torres de Mallorquín, en Villa Campestre.
Apegado a la ley, la compañía está violando la ley con este tipo de prácticas, pues la sentencia No. T-412/92 de la Corte Constitucional la prohíbe.
El 17 de junio de 1992 el alto tribunal decidió acabar con los denominados ‘Chepitos’, personas con atuendos y sombreros que realizan los cobros de créditos y facturas.
La Sentencia No. T-412/92 trata un caso ocurrido en Bogotá cuando el cobrador de la firma CRESISTEMAS S.A. le manifestó a la peticionaria que si no cancelaba la obligación se vestiría de «chepito».
«Y el ataque al derecho continuó con la vulneración cuando el cobrador apareció con el disfraz puesto en las dependencias de la división administrativa y financiera de la Universidad Católica de Colombia, en donde trabajaba la Sra. Ávila Castro como da cuenta la Srta. Doris Stella Romero Santos», relata la Corte Constitucional
«Por lo tanto, para esta Sala de Revisión, la actitud tanto de amenaza como de vulneración constituye un verdadero atentado al derecho a la honra de la Sra. Luz Marina Ávila Castro», agrega el alto tribunal.
La Corte advierte en la sentencia que hay una violación de datos personales y de daño al buen nombre.
La empresa Air-e incurrió en lo anterior al divulgar los nombres de los usuarios morosos en el conjunto residencial Torres de Mallorquín, en Villa Campestre.
La compañía, fuertemente criticada por su mal servicio y los recientes y reiterados racionamientos, ahora adoptó una práctica prohibida en 1992.