La noche del jueves parecía tranquila en un sector de La Central, en Soledad, hasta que el juego entre vecinos terminó en urgencias. Cuatro niños, entre los 5 y 10 años, fueron llevados de emergencia al Centro de Salud Las Misericordias tras presentar fuertes síntomas de intoxicación.
¿Qué pasó? Según relataron familiares, los menores compartieron un brownie que habría estado guardado más de 20 días en una nevera. A las pocas horas de haberlo comido, comenzaron los malestares: vómito, mareo, debilidad. El susto no se hizo esperar.
Edison Barrera, secretario de Salud del municipio, explicó que los niños llegaron alrededor de las 8 de la noche al centro médico y, tras ser estabilizados, fueron remitidos a la 1:00 a. m. al CACE Pediátrico para una atención más especializada.
“Por el cuadro clínico, el médico en turno ordenó exámenes toxicológicos. También se tomaron muestras del vómito y de sangre, para descartar cualquier tipo de sustancia extraña”, dijo Barrera en entrevista con Atlántico en Noticias.
El brownie, al parecer, fue entregado por el cuidador de uno de los menores, y los otros tres son vecinos de la misma cuadra. Lo que pudo haber sido una merienda inocente, terminó convirtiéndose en una emergencia médica.
Ahora, un equipo de la Secretaría de Salud visitará el domicilio donde ocurrió todo para realizar un análisis completo y determinar si la causa real de la intoxicación fue el estado del alimento… o algo más.
La historia deja sobre la mesa una advertencia urgente: no todo lo que está en la nevera está en buen estado, y en temas de salud infantil, ningún detalle puede pasarse por alto.