El huracán Melissa, que impactó el oriente de Cuba el pasado miércoles con categoría 3 en la escala Saffir-Simpson, dejó un severo panorama de daños en infraestructura y viviendas. Un informe preliminar divulgado este viernes por el Ministerio de la Construcción (Micons) reportó 1.318 derrumbes totales de viviendas y 16.464 inmuebles afectados, de los cuales 1.142 presentan daños parciales.
Ricardo Guardia, director del Frente de Proyectos del Micons, detalló en la televisión estatal que se han contabilizado 5.279 techos destruidos por completo y 8.666 con daños parciales. Aseguró que todas las familias afectadas serán atendidas y anunció que se habilitará la venta de materiales para apoyar el proceso de reconstrucción.
Para atender la emergencia, el Gobierno activó la producción de tejas y destinará 1.000 toneladas de cemento, con el fin de acelerar las reparaciones en las zonas más golpeadas.
Melissa tocó tierra durante la madrugada del miércoles con vientos de hasta 200 km/h, fuertes lluvias y marejada ciclónica, afectando principalmente a las provincias de Santiago de Cuba, Granma, Holguín, Las Tunas y Guantánamo. El paso del huracán causó también daños en el servicio eléctrico, telecomunicaciones, carreteras, puentes y dejó comunidades incomunicadas por las inundaciones y crecida de los ríos.
Aunque el Gobierno cubano aún no ha entregado una valoración económica total de los daños, los reportes oficiales y locales dan cuenta de los amplios estragos en infraestructura pública, agricultura y múltiples operaciones de rescate de personas atrapadas en áreas anegadas.









