Bolivia rompió el martes relaciones diplomáticas con Israel en protesta por la ofensiva en Gaza tras el ataque del movimiento islamista palestino Hamás el 7 de octubre y Colombia y Chile llamaron a consultas a sus embajadores en Tel Aviv.
El gobierno boliviano de izquierda, encabezado por presidente Luis Arce, fue el primero de Latinoamérica en cortar vínculos con Israel desde que estalló el conflicto después de un sangriento asalto de Hamás en territorio israelí.
Bolivia «ha tomado la determinación de romper relaciones diplomáticas con el Estado de Israel en repudio y condena a la agresiva y desproporcionada ofensiva militar israelí que se realiza en la Franja de Gaza», señaló el vicecanciller Freddy Mamani.
«La decisión del gobierno de Bolivia de cortar los lazos diplomáticos con Israel es una capitulación frente al terrorismo y al régimen de los ayatolás de Irán», afirmó el miércoles el portavoz del ministerio israelí de Relaciones Exteriores, Lior Haiat.
Desde los ataques de Hamás en Israel, los bombardeos israelíes en la Franja de Gaza ha dejado más 8.500 fallecidos, muchos de estos niños, según las autoridades sanitarias de este territorio palestino, gobernado por Hamás.
Chile, por su parte, llamó a consultas en la noche del martes a su embajador en Tel Aviv por «las inaceptables violaciones del Derecho Internacional Humanitario en que ha incurrido Israel en la Franja de Gaza», según un boletín de la cancillería del gobierno del izquierdista Gabriel Boric.
En la misma línea, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, convocó a su embajadora en Tel Aviv. «Si Israel no detiene la masacre del pueblo palestino no podemos estar allá», añadió el primer mandatario izquierdista del país en su cuenta de X.
Antes de romper relaciones con Israel, el presidente Arce se reunió el lunes con el embajador palestino, Mahmoud Elalwani, y expresó su rechazó a «los crímenes de guerra que se cometen en Gaza» y abogó por un territorio para los palestinos sin ocupación israelí.