Ayer el Senado votó la moción de censura contra la exministra de Deportes, Astrid Rodríguez, por la pérdida de la sede de los Juegos Panamericanos. El gobierno temía que la oposición y los sectores independientes lograran una votación alta y con eso mandaran un mensaje simbólico de resistencia (pues Rodríguez ya renunció) frente a la reforma pensional que se debería debatir después.
Al final, solo 22 senadores votaron contra la exministra, la moción quedó en el aire y el gobierno logró mostrar control del legislativo. Uno de los factores que explican el fracaso de la moción se vio en los minutos previos a la votación y tuvo como protagonista al representante conservador, Ape Cuello, y su visita al recinto del Senado.
Cuello tuvo conversaciones con cuatro congresistas, como registró La Silla Vacía, y los cuatro abandonaron el recinto cuando llegó el momento de la votación.
El verbo mágico de Ape, el congresista que estrena cuota en el gobierno
Cuello, representante del César, fue recientemente premiado por el gobierno Petro con el Ministerio del Deporte, a donde llegó Luz Cristina López, una funcionaria que él recomendó. Cuello ha sido el líder de la bancada de representantes conservadores que está ayudando al gobierno, y gracias a quienes se logró aprobar la reforma de salud en la cámara baja. Su nombre completo es Alfredo Ape Cuello, y es uno de los políticos costeños que incluyó su apodo, “Ape”, en su nombre oficial para poder aparecer así en el tarjetón.
Antes de que arrancara la sesión, y quedara en el registro de la transmisión, Cuello entró al Senado. Primero se paró a charlar por dos minutos con los senadores conservadores Marcos Pineda, Liliana Bitar y Nadia Blel. Los tres habían firmado la carta con la que pidieron hacer el debate de la moción de censura contra la exministra Rodríguez, un indicio claro de que apoyaban el castigo a la exministra.
Pero, a la hora de la votación, tras la charla con Cuello, los tres senadores se salieron del recinto. Así aparece en el registro de votación.
Entre los conservadores solo apareció el voto de Efraín Cepeda, el presidente del partido que desautorizó el nombramiento de la nueva ministra como representación del Conservador.
Después de hablar con los tres conservadores, el representante Cuello se acercó al senador Didier Lobo, de Cambio Radical. Él es el segundo vicepresidente del Senado, fue a quien le correspondió abrir la sesión de ayer. Lobo también hizo parte de los senadores citantes a la moción, lo que, por ende, debía traducirse en el papel con su voto.
Pero Lobo, después de hablar con Cuello en las sillas de la mesa directiva, tampoco votó cuando se abrió el registro.
Cuello y Lobo son aliados políticos. Fueron fórmula por debajo de la mesa en 2018 y 2022 en las elecciones al Congreso, y recientemente se unieron para ayudar a poner alcalde en Valledupar.
Los otros que no aparecieron
El poco respaldo de la moción también se explica por otras ecuaciones. La bancada de La U, que tiene 10 senadores, no apareció. Hay dos versiones sobre el porqué. La primera es que justo en ese momento de la tarde estaban reunidos para hablar sobre una reforma a los estatutos del partido para hacer las elecciones internas de marzo. La otra es que el gobierno, a través de los ministros de las Tic, Mauricio Lizcano, y de Interior, Luis Fernando Velasco, hizo lobby para pedirles que se ausentaran.
La bancada del Centro Democrático, que tiene once senadores, tampoco votó, aunque estaba presente. Minutos antes de que abrieran la votación estaban en sus sillas Andrés Guerra, Esteban Restrepo, Miguel Uribe, Alirio Barrera, Yezmi Rozzo, José Vicente Carreño y Paola Holguín. Al final solo votó Restrepo.
De los 13 liberales, solo votaron tres: Mauricio Gómez, principal promotor de la moción, Juan Pablo Gallo y Alejandro Chacón. Los otros se salieron o no estaban.
Al final, en la medición de fuerzas que implicaba la moción, hay evidencia de que la influencia que ganó el gobierno con los congresistas en la Cámara también puede influir en el Senado. Y que Petro está en la pelea por sus reformas, aun sin coalición y con menos apoyo en la cámara alta.