El abogado Julián Quintana, representante de la familia de Valeria Afanador, señaló al colegio de la menor por una presunta responsabilidad en su muerte bajo la figura de “homicidio por omisión”.
Valeria, de 10 años, desapareció en Cajicá, Cundinamarca, y 18 días después fue hallada sin vida en el Río Frío. Un informe de necropsia reveló que la niña “aspiró e ingirió agua y residuos de pantano”, y que su cuerpo presentó cambios de adipocira, lo que indica que permaneció en contacto con agua y material en descomposición. El dictamen descartó inicialmente signos de abuso sexual o violencia física.
Quintana pidió a la Fiscalía profundizar en las circunstancias que rodearon la muerte de la menor:
“¿Fue un accidente, un empujón, un tercero la sumergió, estuvo días con vida antes de aparecer en el río? Estas preguntas deben ser resueltas”, afirmó.
Según el abogado, el colegio incurrió en una grave omisión al no garantizar la seguridad de la niña, lo que habría facilitado que un tercero pudiera sustraerla o causarle daño.
El padre de Valeria, Manuel Afanador, insistió en que su hija no salió sola del colegio y reclamó esclarecer los vacíos que persisten en la investigación. “Tenemos que llegar hasta las últimas consecuencias”, sostuvo.