El interrogatorio que debía realizarse el día de ayer, 13 de agosto, a Sandra Ortiz, involucrada en el escándalo de corrupción de la Ungrd, no pudo ser ejecutado debido a que la señalada guardó silencio argumentando que tiene problemas emocionales que le impedían realizar la diligencia.
A su llegada al bunquer de la Fiscalía, la exconsejera para las Regiones del Gobierno Nacional, señaló a los periodistas como los culpables de la situación por la que atraviesa, y del presunto riesgo que corre su vida y la de sus hijas.
De acuerdo con lo indicado, Ortiz no estaría pasando por un buen momento, especialmente tras el asesinato de Juan Sebastián Aguilar, alias “Pedro Pechuga”, quien sería su expareja sentimental.
La mujer investigada por la presunta entrega de dineros a los expresidentes del Congreso de la República, Iván Name y Andrés Calle, se encontraría en un desequilibrio emocional el cual, se presume, podría llevarla a ser remitida a una clínica. Hasta el momento no hay una nueva fecha establecida para que se realice la diligencia.