Un gran revuelo ha generado la denuncia de acoso sexual de Viviana Vargas contra el exviceministro del Interior Diego Cancino, quien fue nombrado recientemente director de la Sociedad de Activos Especiales (SAE).
La denunciante dijo que los hechos tuvieron lugar el pasado 9 de octubre. Vargas alega que, buscando oportunidades laborales, aceptó una cita con Cancino en su apartamento en Bogotá donde habría ocurrido el acoso.
“Este hecho acontece el día 9 de octubre y realmente yo estaba buscando oportunidades laborales porque mi contrato en el Ministerio del Interior iba hasta el 25 de octubre. En este sentido, pues yo generalmente unas semanas antes de que finalicen mis contratos busco, busco pues otras opciones laborales. Entonces en el marco de esto yo contacto al señor Diego Cancino y desde allí él me dice que por supuesto que le envíe la hoja de vida y que nos veamos el día 10 de octubre para poder almorzar”, relató.
Yo no le vi ningún problema porque pues igual me dijo que era para hablar del tema de defensores ambientales, del tema de defensores de derechos humanos y bueno, cosas en las que nos hemos encontrado durante muchísimos años y bueno, dejar acá una claridad, nunca fue mi amigo, nunca, ni siquiera salimos a tomarnos un café, sino que, por el contrario, siempre nos encontramos en espacios políticos y le trabajamos a lo mismo
dijo.
Vargas, quien también trabaja en el Ministerio del Interior, dijo que acudió a la cita con su hija, pero quedó sola pues su mamá la recogió, situación que fue aprovechada por el también exconcejal.
“Ahí es cuando empiezan los acosos, de lo cual no quiero profundizar realmente. (…) Pero fue entre cuatro, cinco oportunidades en las que intentó acceder a mi espacio físico, personal y aparte hacía comentarios bastante pasados para mí. Frente a todo lo que yo le decía, como yo definitivamente no quiero ningún tipo de relacionamiento sexual, afectivo, mi emocional contigo. Yo vengo para trabajar en lo propio que es el tema de defensores de derechos humanos y defensores ambientales”, relató.
Manifestó que, tras unas copas de vino, Cancino se sobrepasó con ella: “Incluso en la denuncia está muy claro y accedió a mi espacio físico y fue abrazándome por la espalda y cogiéndome los senos. Eso es acceder a mi espacio físico y si eso no es acceder a mi espacio físico, entonces no sé qué lo sea para el país y yo no tendría por qué permitir eso”, dijo.
A pesar del acoso, Vargas decidió permanecer en el lugar y llamó a sus amigos para intentar cambiar el rumbo de la situación.
Cancino, pese a expresar su lamento por los comportamientos que pudieron incomodar a Vargas, ha negado rotundamente las acusaciones de acoso. Asegura que no ocurrió nada de esa índole durante el incidente. Sin embargo, queda en cuestión qué considera Cancino como acoso y qué elementos aportará a su defensa cuando sea requerido por la justicia.