La sala lo dejó en libertad a la espera de que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) resuelva los recursos que presentaron las acusaciones y la defensa contra la sentencia que lo condena a cuatro años y medio de cárcel por violar a una joven en el baño de la discoteca Sutton de Barcelona, en diciembre de 2022.
Para el tribunal, el millón de euros impuesto como fianza es acorde a la “holgada solvencia económica” que se le presupone por su dilatada trayectoria como deportista de élite, aun cuando sus principales fuentes de ingresos actuales hayan desaparecido.
La Audiencia cree que, en cualquier caso, el riesgo de huida del futbolista puede ser “contrarrestado con las condiciones de aseguramiento personales y económicas impuestas”, que además de la fianza consisten en comparecencias semanales, la prohibición de salir del país y la entrega de sus dos pasaportes, brasileño y español.