Por: Yasher Bolívar Pérez
Los Ángeles vivió una noche de contraste y contundencia: Luka Doncic desató un recital ofensivo con 43 puntos, LeBron James aportó 25 y Austin Reaves sumó 31 para sellar el 135-118 con el que los Lakers doblegaron a los Clippers y aseguraron su clasificación a los cuartos de final de la Copa de la NBA. El equipo, que llega invicto a esta fase, encontró en el trío Doncic–LeBron–Reaves un engranaje capaz de desbordar cualquier resistencia defensiva, especialmente en un duelo donde los Clippers solo sostuvieron el pulso hasta el tercer cuarto.
La primera mitad llevó el sello de Doncic, que acumuló 24 puntos en un cuarto y 32 al descanso, dominando desde el perímetro con una precisión que desarticuló a la defensa rival. Los Clippers, pese a mantener porcentajes altos de efectividad y cerrar el primer cuarto con ventaja gracias a los aportes de James Harden, vieron cómo la dinámica cambiaba en la segunda parte, cuando LeBron y Reaves intensificaron su ritmo y ampliaron la distancia en el marcador. Reaves, decisivo en el cierre, anotó 18 de sus 31 puntos en el último período y complementó la ausencia temporal de Doncic con una actuación que conectó energía, lectura de juego y eficacia.
El esfuerzo de Harden, que terminó con 29 puntos y nueve asistencias, no bastó para contener a unos Lakers que, guiados por la consistencia de LeBron y la exuberancia de Doncic, impusieron un ritmo imposible de igualar. Aunque los Clippers amenazaron con un repunte en el tercer cuarto, la solidez del trío angelino terminó por quebrar cualquier intento de remontada. Finalmente, el cierre en la Crypto.com Arena dejó una impresión inequívoca: estos Lakers, cuando engranan sus piezas principales, se convierten en un equipo capaz de dominar no solo un partido, sino la narrativa competitiva de la Copa de la NBA.









