Por: Yasher Bolívar Pérez
Después de varios días de incertidumbre, Cristiano Ronaldo por fin conoció la sanción por la expulsión que sufrió en el caliente partido contra Irlanda. En Portugal temían que la tarjeta roja directa lo dejara fuera del debut en el Mundial 2026, algo que sería muy duro para él en su sexto mundial. Sin embargo, el Comité de Disciplina de la FIFA decidió no castigarle con dos fechas, como muchos anticipaban, y en su lugar emitió un castigo más leve.
Ronaldo, de 40 años, recibió una sola fecha de suspensión —que ya cumplió frente a Armenia— y otras dos condicionadas a su comportamiento. Es decir, podrá jugar el primer partido del Mundial siempre y cuando no vuelva a cometer una acción que el Comité considere sancionable. La FIFA dejó claro que tendrá los ojos puestos sobre él durante los próximos meses, especialmente después del codazo que le costó la roja tras revisión del VAR.
El portugués nunca había sido expulsado con roja directa en sus 226 partidos con la selección, y su salida entre gestos hacia la tribuna irlandesa encendió críticas en toda Europa. Ahora, con el castigo definido, Portugal respira: su máximo goleador estará disponible en el Mundial. Pero Ronaldo sabe que camina en una línea fina y que cualquier error podría dejarlo fuera del estreno mundialista.









