Treinta años después del trágico asesinato de Nancy Mestre Vargas en Barranquilla el primero de enero de 1994, su padre, Martín Mestre, ha surgido como un símbolo de perseverancia y justicia en un emotivo encuentro con la prensa en la ciudad.
En una rueda de prensa celebrada este viernes en Barranquilla, Martín Mestre compartió con los periodistas sus pensamientos sobre el largo y arduo proceso que culminó con la captura y extradición de Jaime Saade Cormane, el hombre condenado por el asesinato de su hija.
Para Mestre, la búsqueda de justicia no fue impulsada por el deseo de venganza, sino por un sentido de deber como padre. En sus palabras, nunca perdió la esperanza y siempre tuvo fe en que se haría justicia. En lugar de buscar represalias o tomar la justicia en sus propias manos, Mestre se aferró a la convicción de que la captura de Saade era necesaria para cerrar el capítulo de dolor y sufrimiento que había marcado a su familia durante décadas.
El largo camino hacia la justicia estuvo marcado por momentos difíciles y desafiantes. Mestre recordó la incertidumbre y el dolor que acompañaron cada etapa de la búsqueda de Saade, desde los primeros días de investigación hasta la extradición desde Brasil, un proceso que describió como el más difícil de todo el proceso.
En un gesto de gratitud hacia la prensa y el apoyo recibido a lo largo de los años, Mestre expresó su agradecimiento a los periodistas y a todos aquellos que contribuyeron a mantener viva la memoria de su hija y a buscar justicia en su nombre.
Además de compartir su experiencia, Martín Mestre anunció que está escribiendo un libro que detalla el proceso de tres décadas, ofreciendo un relato íntimo y personal de la lucha por la justicia.
El encuentro con la prensa también contó con la presencia de otros miembros de la familia Mestre, así como de los abogados que han acompañado el caso. Raúl Romero Del Río y Fausto Muñoz, abogados de la familia, destacaron la valentía y la determinación de Mestre en su búsqueda de justicia, calificándolo como un héroe para Colombia y un ejemplo de coraje para todos.
En medio de los aplausos y el reconocimiento, Martín Mestre y su familia reafirmaron su compromiso con la justicia y su deseo de que el legado de Nancy Mestre perdure como un recordatorio de la importancia de buscar la verdad y la justicia en todo momento.
El proceso legal continúa, con el condenado Saade enfrentando una pena de 16 años de cárcel por el crimen, una decisión que ha generado controversia y debate sobre el sistema de justicia penal en el país.
Con el dolor aún presente pero la esperanza renovada, la familia Mestre mira hacia el futuro con la convicción de que la justicia prevalecerá y el legado de Nancy Mestre vivirá en la memoria de quienes luchan por un mundo más justo y seguro para todos.