Lo que parecía una noche tranquila en el barrio San Roque de Barranquilla terminó en tragedia. A las 7:54 p.m. del pasado sábado, un sicario ingresó a una tienda de la calle 38 con carrera 35 y, sin mediar palabra, asesinó a tiros al comerciante Héctor Augusto Martínez Montoya, de 62 años.
En el local se encontraban al menos diez adultos y una menor de edad al momento del ataque. Las cámaras de seguridad captaron cómo el asesino, vestido completamente de negro, entró como si fuera un cliente más y segundos después desenfundó un arma de fuego. Disparó dos veces: un impacto en el cuello y otro en el abdomen dejaron a Héctor gravemente herido en el suelo, mientras el atacante huía a pie.
Martínez fue trasladado de inmediato a la Clínica Centro, donde falleció horas después a causa de las heridas.
Una muerte que podría estar ligada a la extorsión
Las autoridades investigan el crimen como un presunto caso de extorsión. De acuerdo con versiones preliminares, el comerciante habría sido presionado por delincuentes que le exigían
15 millones de pesos para permitirle continuar con su actividad comercial, además de un pago mensual de
200 mil pesos a través de la plataforma Nequi.
El asesinato ha generado consternación e indignación en la comunidad del barrio San Roque, que clama por mayor seguridad y acciones contundentes contra las bandas dedicadas al cobro de extorsiones, conocidas popularmente como “la vacuna”.
El caso está siendo investigado por unidades del CTI y la Policía Metropolitana, que analizan las grabaciones y testimonios para dar con el paradero del responsable y esclarecer si se trata de una estructura criminal más amplia.
