El Kremlin aseguró este martes que Rusia endurecerá su postura en las negociaciones de paz sobre Ucrania, tras acusar a Kiev de un ataque masivo con drones contra una de las residencias del presidente Vladímir Putin. No obstante, el Gobierno ruso evitó revelar cómo se concretará ese cambio en su posición negociadora.
“La postura negociadora va a cambiar, se va a endurecer”, afirmó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, durante su rueda de prensa telefónica diaria. Al ser consultado sobre las medidas específicas que adoptará Moscú, respondió que, al igual que ocurrió con la postura anterior, “no se hará público”.
Pese a este anuncio, Peskov insistió en que Rusia no abandonará el proceso de diálogo y confirmó que continuará las conversaciones, especialmente con Estados Unidos. “Rusia no se sale del proceso negociador. Continuará las negociaciones y el diálogo, en primer lugar, con los estadounidenses”, subrayó.
Sobre las pruebas del presunto ataque con drones, el vocero señaló que se trata de un asunto que está en manos del estamento militar. Según indicó, se trató de “un ataque masivo” que fue neutralizado gracias al trabajo coordinado de las fuerzas de defensa antiaérea rusas.
Peskov también criticó a medios occidentales por, según él, “seguirle el juego” al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien ha negado cualquier ataque contra la residencia presidencial en la región de Nóvgorod.
El lunes, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, afirmó que Ucrania lanzó 91 drones contra dicha residencia y calificó el hecho como un acto de “terrorismo”, advirtiendo que tendría consecuencias directas en la postura rusa dentro de las negociaciones de paz.
Posteriormente, el Kremlin informó sobre una conversación telefónica entre Putin y el presidente estadounidense, Donald Trump, en la que el mandatario ruso le comunicó lo ocurrido y le advirtió que el ataque atribuido a Kiev no quedaría sin respuesta.









