El Cuerpo de Marines de Estados Unidos inició entrenamientos anfibios y operaciones de vuelo en territorio puertorriqueño, informó la 22ª Unidad Expedicionaria de Infantería, que destacó que estas maniobras buscan fortalecer la cooperación con la Guardia Nacional de Puerto Rico y mejorar la capacidad de despliegue rápido en el Caribe.
Los ejercicios se desarrollan mientras crece la tensión entre Washington y Caracas por la presencia de buques de guerra estadounidenses cerca de las costas venezolanas, justificada por el Pentágono como parte de la estrategia para reforzar la lucha contra el narcotráfico en la región.
Para los Marines, estas operaciones resultan clave al permitir el desembarco de tropas desde buques navales hacia tierra firme, lo que consideran esencial para cumplir objetivos estratégicos de EE. UU. en el Caribe.
La respuesta de Maduro
El presidente Nicolás Maduro denunció que el despliegue militar representa “la más grande amenaza que se haya visto en América en los últimos cien años”. Aseguró que Estados Unidos movilizó ocho barcos de guerra, 1.200 misiles y un submarino nuclear “apuntando” hacia Venezuela, lo que calificó como una “amenaza extravagante, injustificable, inmoral y criminal”.
Según Maduro, estas acciones forman parte de una estrategia de “máxima presión” impulsada por Washington para forzar un cambio político en Venezuela. También responsabilizó al senador republicano Marco Rubio de liderar lo que llamó un plan “de guerra” contra su país y acusó al expresidente Donald Trump de querer manchar sus manos con “sangre venezolana”.
Aunque reconoció que los canales de comunicación diplomática con EE. UU. están “maltrechos”, Maduro afirmó que su Gobierno continuará con el retorno de migrantes y denunció que más de 70 niños venezolanos permanecen bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).