Mientras decenas de ciudadanos bloqueaban desde hace más de una hora la vía Ciénaga–Barranquilla en protesta por la crítica falta de agua, dos motos de la Policía fueron vistas estacionadas frente a un casino cercano, la comunidad se pregunta ¿Estarían jugando en maquinitas’, como si esto fuera algo ajenos a la tensa situación que se vivía a pocos metros.
La protesta, que se originó en Pueblo Viejo, refleja la creciente frustración de la comunidad por la intermitencia del servicio de agua potable, un problema que ya se extiende por semanas y que ha dejado sin el líquido vital a cientos de hogares en plena temporada de calor.
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Con pancartas, gritos de indignación y la vía completamente cerrada, los manifestantes exigían presencia institucional real, soluciones concretas y la intervención de los entes responsables. Sin embargo, lo que más generó molestia en redes sociales y entre los asistentes al plantón fue la actitud despreocupada de algunos uniformados de la Policía Nacional, quienes –según testigos y videos publicados en plataformas digitales– ingresaron tranquilamente a un casino local para jugar tragamonedas, mientras la comunidad seguía bloqueando la carretera bajo el sol.
Esta escena ha generado una ola de críticas y cuestionamientos sobre las prioridades del cuerpo policial en medio de una protesta social legítima. Organizaciones locales ya exigen una investigación interna para determinar las responsabilidades del caso y evaluar si hubo negligencia o abandono de funciones.
Hasta el cierre de esta edición, la vía continuaba bloqueada y las autoridades no habían ofrecido una solución concreta al reclamo ciudadano, más allá de los acostumbrados llamados a la calma.
La comunidad de Pueblo Viejo insiste: “no queremos más promesas, queremos agua”.