Las tensiones entre el gobierno de Gustavo Petro y la administración estadounidense de Donald Trump escalaron este martes tras una declaración que encendió las alarmas del sector empresarial colombiano.
Mauricio Claver-Carone, enviado especial del Departamento de Estado para América Latina y hombre clave en la interlocución hemisférica, afirmó que “el acercamiento del presidente Petro con China es una gran oportunidad para las rosas de Ecuador y el café de Centroamérica”.
Para muchos, la frase no es un comentario casual, sino una advertencia directa: si Colombia insiste en alinear su política exterior con Pekín, podría perder privilegios comerciales con su principal socio estratégico.
El mensaje golpea donde más duele. Solo en 2024, las exportaciones de flores y café a Estados Unidos representaron más de 2.800 millones de dólares para Colombia. La amenaza implícita de Claver-Carone pone en vilo estos ingresos en un contexto donde Washington y China libran una guerra comercial de altos vuelos. Empresarios del sector ya manifestaron su inquietud ante eventuales represalias, mientras que analistas advierten que Colombia podría quedar atrapada en la tensión geopolítica entre las dos superpotencias.
La respuesta del Gobierno no se hizo esperar. El ministro del Interior, Armando Benedetti, calificó las palabras del funcionario estadounidense como una “amenaza” directa contra la soberanía nacional. “Eso no se le hace a ningún país”, sentenció Benedetti, elevando el tono diplomático de la disputa y reforzando la narrativa de un Petro desafiante frente a los intereses de Washington.
En paralelo, el presidente colombiano sumó un nuevo capítulo a la confrontación bilateral al acusar al congresista republicano Mario Díaz-Balart de encabezar supuestas reuniones para promover su salida del poder. La acusación, que aún no ha sido sustentada con pruebas, alimenta la idea de una creciente hostilidad entre el actual gobierno de Colombia y un sector influyente del Congreso estadounidense.
Con un pie en China y otro en el Tratado de Libre Comercio con EE. UU., Colombia enfrenta hoy un dilema geopolítico cuya resolución tendrá profundas consecuencias económicas y diplomáticas. La Casa Blanca ya mandó su primer mensaje.