En una jornada que ha sido calificada como histórica por varios sectores del Congreso, se aprobó este martes que los contratos de los aprendices del SENA sean considerados de carácter laboral, reconociendo así derechos plenos a más de 400.000 jóvenes en formación. La iniciativa, respaldada por el senador atlanticense Pedro Flórez, representa un giro sustancial en la política de vinculación de los aprendices a la economía productiva.
La decisión pone fin a una figura que durante años permitió que miles de jóvenes trabajaran bajo condiciones de formación práctica sin contar con prestaciones sociales ni garantías laborales integrales. “La dignidad no se posterga y los derechos no se negocian”, expresó el senador Flórez tras la votación, resaltando el carácter reivindicatorio de la medida.
El cambio ha sido celebrado por sectores sindicales y organizaciones juveniles, que ven en esta decisión una corrección de fondo a una deuda histórica con los aprendices del SENA. Sin embargo, voces empresariales advierten que esta transformación debe ir acompañada de incentivos y una hoja de ruta clara para evitar que se reduzca la oferta de cupos de formación práctica.
Con este paso, el Congreso envía un mensaje sobre la necesidad de fortalecer la inserción laboral juvenil con condiciones justas, en un país donde la tasa de desempleo entre jóvenes sigue superando los dos dígitos. El proyecto deberá ahora surtir su tránsito final en la Cámara de Representantes para convertirse en ley.