Los conjuntos residenciales bajo propiedad horizontal se han convertido en una solución común de vivienda en Colombia, especialmente en ciudades con alta densidad poblacional. Aunque tener mascotas no está prohibido en estos espacios, la ley colombiana y los reglamentos internos imponen ciertas obligaciones a sus propietarios para garantizar la sana convivencia.
Según el Código Nacional de Policía y Convivencia (Ley 1801 de 2016) y la Ley 746 de 2002, los dueños de animales de compañía deben cumplir con normas específicas como:
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Usar correa y, en algunos casos, bozal cuando se transita con mascotas por zonas comunes o espacios públicos.
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Recoger sus excrementos y depositarlos en recipientes adecuados.
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Prevenir comportamientos agresivos o ruidosos que afecten a los vecinos.
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Asumir la responsabilidad por cualquier daño que el animal cause a personas o bienes.
Las sanciones por incumplir estas normas pueden ser de tipo monetario. Por ejemplo, no recoger los desechos de las mascotas en espacios públicos o comunales puede generar una multa tipo 1, equivalente a $94.900 pesos.
Además de lo establecido por la ley, los conjuntos residenciales pueden implementar normas internas adicionales sobre el manejo de mascotas, como horarios para uso de zonas comunes, prohibición de ingreso a ciertas áreas (como piscinas o gimnasios) o límites en el número y tipo de animales por vivienda.
Estas medidas buscan mantener condiciones de limpieza, seguridad y tranquilidad para todos los residentes, y su incumplimiento puede generar sanciones internas, llamados de atención o incluso procesos legales en casos reiterados.
Recomendación: Si tiene mascotas y vive en propiedad horizontal, consulte el reglamento de su conjunto y cumpla con las normas legales para evitar sanciones y promover una convivencia armoniosa.