Brenda Agüero, una enfermera de 30 años, fue condenada el pasado miércoles 18 de junio a cadena perpetua por el asesinato de cinco bebés y el intento de homicidio de otros ocho en el Hospital Materno Neonatal de Córdoba, Argentina. El veredicto se conoció al término de un juicio por jurado popular que duró seis meses.
Los crímenes ocurrieron entre marzo y junio de 2022, cuando Agüero inyectó a los recién nacidos dosis letales de potasio e insulina, a pesar de conocer los efectos mortales de estas sustancias.
La investigación reveló que las muertes se produjeron pocas horas después del parto. Dos autopsias confirmaron el exceso de potasio como causa de muerte. Uno de los ocho bebés que sobrevivió sufrió secuelas permanentes.
Durante el proceso, Agüero negó los cargos y responsabilizó a la prensa de “crear una imagen” negativa sobre ella. Cumplirá su condena en la cárcel de Bouwer.
Además, diez exfuncionarios del Ministerio de Salud provincial también fueron juzgados por omisión de deberes, encubrimiento y falsedad ideológica. Cinco de ellos recibieron penas de entre cuatro y cinco años, aunque permanecerán en libertad hasta que las sentencias sean ratificadas.