Luego de que se registrara un fatal accidente en el departamento de Bolívar este lunes, 29 de abril, en donde murieron nueve personas a bordo de un helicóptero M-17, muchos se preguntan qué es lo que está sucediendo con este tipo de vehículos de la fuerza pública, teniendo en cuenta que no es el primer accidente que se registra en el 2024.
En febrero, un helicóptero de la Policía cayó en el departamento de Antioquia, en donde murieron sus cuatro tripulantes; otro en el que se movilizaban el gobernador de Boyacá, Carlos Amaya, tuvo que aterrizar de emergencia por fallas en la aeronave.
“Son 11 de 20 MI-17, este tipo de aeronaves cumplen varias funciones, son el tipo de aeronaves que participó en la operación Jaque, la extinción de incendios, cualquier tipo de misión. El Ejército no tiene aeronaves de combate, son de apoyo. Estamos haciendo lo que nos corresponde en el mantenimiento al que estamos capacitados para hacer y elevando las solicitudes, para para que se tomen decisiones de fondo para solucionarlo”, dijo el coronel Julián Rincón, comandante de la Brigada de Aviación del Ejército N 32.
Pero la falta de mantenimiento, según el Ejército, no sería culpa de la fuerza pública, sino que a raíz de la guerra entre Rusia y Ucrania los contratos encargados de este mantenimiento no se han podido poner al día y esto ha generado que cada día la flota quede quieta para evitar más accidentes en el país.
Con respecto al tema, la Procuraduría General de la Nación aseguró que habría ciertas irregularidades en los contratos del Estado sobre el mantenimiento de estos vehículo, hecho por el cual abrió una investigación relacionada con el contrato celebrado el 28 de enero de 2022, con la Nacional Aviation Services Company S.A. (NASC S.A.) para la “recuperación y puesta en funcionamiento del helicóptero MI-17-1V (MD) EJC-3385 S/N 170M11″, por valor de USD $ 7.747.710.