En la noche del sábado, sicarios le quitaron la vida a Marcos Díaz Plata. Este, hombre, según cuentan sus familiares, trabajó día y noche para sacar adelante su negocio, el Mercadito Santa Inés, ubicado en el municipio de Soledad, Atlántico.
Díaz Plata fue ultimado por sicarios en inmediaciones de su establecimiento comercial, por extorsión.
Al llegar a lugar, la comunidad notó que el comerciante estaba tendido en el suelo, en medio de un charco de sangre.
Marcos era considerado por el barrio como una buena persona. Reconocido por su don de gente y buen servicio.
De acuerdo con informaciones extraoficiales, el comerciante estaba amenazado por extorsionistas desde hace tiempo, hecho que lo había motivado a realizar varias marchas contra este flagelo.
Con este nuevo hecho, la extorsión sigue cobrando vidas inocentes y de personas que trabajan a diario por salir adelante.